Las escalas para peces que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha construido en el río están dando sus frutos. Expertos de la Universidad de Murcia han detectado el paso de más de 3.000 ejemplares, animales que salvan antiguos azudes sin uso y al fin pueden migrar libremente por el río para completar sus ciclos de reproducción.

Éste es precisamente el objetivo del proyecto Life+ Segura Riverlink de la CHS, que ha permitido la puesta en marcha hasta el momento seis escalas en los municipios de Cieza, Abarán y Calasparra: azud de Hoya García; el azud del Jarral; el azud de elevación Zona 1 Post Trasvase; el azud del Esparragal; el azud del Menjú; y el azud de Los Charcos. La evaluación de la eficacia de estos pasos constituye una actuación desarrollada por dos de los socios colaboradores: el Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia y el grupo de Ecohidráulica Aplicada que está integrado en el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario (Itagra).

Desde la construcción y puesta en funcionamiento de los pasos para peces realizados en el proyecto, el Departamento de Zoología viene realizando un programa de seguimiento exhaustivo del uso que realizan las especies objetivo del proyecto. Hasta la fecha se trabaja con muestreos realizados en el interior de las infraestructuras y un subprograma de marcaje de individuos también en el tramo aguas abajo de cada azud objeto de seguimiento.

Así, desde el inicio del programa son más de 3.000 ejemplares los que se han detectado en el interior de las infraestructuras desarrolladas. Cabe recordar que estas escalas tienen por objeto recuperar la conectividad fluvial y permitir la migración estacional del barbo del sur con el fin de que pueda alcanzar los tramos con condiciones más óptimas para su reproducción.

Las infraestructuras no son utilizadas únicamente por dicha especie, ya que otros peces como gobios, bogas del Tajo o alburnos, que también fueron seleccionados como especies centinela para el seguimiento del proyecto, usan los pasos construidos.

El proyecto abarca un seguimiento de dos ciclos anuales. De este modo, en el primero la migración estacional se ha hecho notar a finales de verano con un incremento en las capturas de barbos y bogas en el interior de los pasos, algunos de los cuales eran de grandes tallas. En general, en otoño las capturas están siendo inferiores con una menor abundancia de peces en la mayoría de los pasos, a excepción del río artificial del Menjú donde a finales de octubre se pudieron detectar más de 160 ejemplares.