El silencio fue la nota predominante en el entierro del joven de 38 años, vecino de Jumilla, que murió tras ser atropellado por un coche de la Policía Nacional en Madrid. Sus amigos todavía no daban crédito a lo ocurrido y fueron centenares de personas, en su mayoría jóvenes, los que abarrotaron la Iglesia de San Juan Bautista para dar el último adiós a Hilario Simón Fernández.

Entre los asistentes se encontraban representantes de la Federación de Peñas Fiestas de la Vendimia y del Grupo de Coros y Danzas "Francisco Salzillo" ya que el fallecido organizaba un concurso de monólogos durante las Fiestas de Agosto y tocaba el Laúd en el Grupo de Coros y Danzas de Jumilla.