Indignados con la administración, pero sobre todo temerosos por su seguridad. Es el resumen de las sensaciones que comparten los dos centenares de vecinos que se reunieron ayer en la Rambla de Béjar para realizar un acto de protesta y trasladar a las distintas administraciones la necesidad de que se conserven los cauces naturales y evitar así catástrofes como la riada de 2012.

«Nuestro principal objetivo es ganar en seguridad», explicaba ayer José Reynaldos, presidente de la Plataforma: «Estamos en el siglo XXI, y cada año que pasa tenemos menos seguridad. Cada año es peor que el anterior, los cambios que se hacen son a peor. Solo queremos seguridad, y no levantarnos una mañana y encontrarnos en la más pura miseria», alertaba ayer este vecino. Con cambios se refiere a los que las distintas administraciones y vecinos están realizando en las zonas de paso de agua en los últimos años y que están acabando, bajo su criterio, con los cauces que el agua tenía establecidos de manera natural para llegar a la Rambla de Biznaga: «Carreteras, la Confederación Hidrográfica, ADIF... todos realizan obras sin pensar que le ponen muros al agua y obligan a que las corrientes modifiquen su paso». Un hecho que propicia «que cada vez exista menos seguridad sobre posibles riadas e inundaciones». La Plafatorma eligió la Rambla de Béjar porque fue allí donde el agua derribó el puente de la autovía hace cuatro años.