. La harina, los huevos, el sonar de las charangas y la diversión de vecinos y visitantes despertó ayer a Bullas con una gran Diana de inicio de fiestas que comenzó a las 7.30 horas y que culminó tres horas después con un gran almuerzo con embutidos, sardinas y vino. Multitud de personas participaban en la Diana de las fiestas en la que los participantes se lanzan harina y huevos en una gran batalla por las principales calles del centro histórico. Esta tradición, que cada año cuenta con más seguidores, va unida al hecho de que los vecinos de antaño, tras una noche de migas como la que celebraban este viernes los vecinos de Bullas, al volver de regreso a sus casas de madrugada, con las sartenes de migas a cuestas y la harina sobrante, se lanzaban esta harina entre ellos para seguir festejando la noche.