­La noche del próximo 7 al 8 de septiembre los calasparreños vivirán el día más grande de sus fiestas. Uno de los instantes que muchos llevan esperando durante semanas. Será el momento de acompañar a su patrona, la Virgen de la Esperanza, en su Santuario, en el hogar donde permanece todo el año. La romería, organizada como manda la tradición por la Mayordomía del Santuario Nuestra Señora de la Esperanza, es un momento para compartir con la familia, con los amigos y con todos los vecinos de la localidad. Saldrá a las 7 de la mañana desde el templo de la Merced en dirección al Santuario. La fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, atrae a personas de otras localidades cercanas que aprovechan para hacer el recorrido peatonal y, después, pasar una noche festiva en buena compañía.

Según cuenta la leyenda, fue un pastor que guardaba su ganado en las cuevas en las que hoy se encuentra el Santuario quien encontró la imagen de la Virgen. Decidió decírselo a las autoridades, que quisieron llevarse la imagen al núcleo urbano, pero la imagen resultó tan pesada e inamovible que todos comprendieron que era allí donde quería ser venerada.

Un día junto a la Esperanza

Miles de fieles se acercarán durante esa mañana y esa noche a felicitar a la patrona por su santo. El programa consta de varios actos religiosos en los que podrán participar todos aquellos que se acerquen hasta allí. A las ocho de la tarde, en la placeta principal del Santuario, será la santa misa en presencia de las sagradas imágenes de Nuestra Señora de la Esperanza. Justo después de terminar esa misa tendrá lugar el tradicional rosario de las antorchas. Y la fiesta se cerrará con una actuación musical a cargo de los Parrandboleros, que pondrán el broche a oro a una jornada mágica en la que las celebraciones cívicas y religiosas se mezclan en un ambiente único.