La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJ) ha estimado el recurso presentado por seis trabajadoras de la conservera Halcón Foods y ha anulado la resolución de la dirección general de Trabajo de la Comunidad Autónoma que aprobó el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaba a 118 empleados, al considerar que existieron presiones.

Esta es la segunda vez en que esta misma Sala se pronuncia en ese sentido, ya que, con anterioridad, en noviembre de 2015, estimó otra demanda presentada en idéntica dirección por otros cinco trabajadores.

Entonces, como ha ocurrido ahora, el TSJ anulaba la resolución administrativa al considerar probado que habían existido presiones sobre los trabajadores para aceptar la reducción de sus salarios. Además, acordó ordenar a la autoridad laboral que remitiera el expediente a los tribunales de lo Social para que estos, «con plenitud de jurisdicción, pudieran, en su caso, declarar su nulidad».

Afirma el TSJ que estima este segundo recurso presentado contra el ERE porque «hay indicios racionales de la concurrencia de fraude de ley, abuso de derecho y coacciones en la tramitación del mismo», aunque no acuerda, como en la vez anterior, ordenar la remisión del expediente a la autoridad laboral por no haberlo reclamado los demandantes en esta ocasión.

El TSJ, al referirse a su primera sentencia, recuerda que entonces se consideró probado que tres trabajadores de la empresa afirmaron que un representante de la empresa les comunicó que si querían seguir en sus puestos debían aceptar una importante reducción de sus sueldos y adherirse al convenio. Además se les indicó que, en caso contrario, quedarían incluidos en el ERE, añade la sentencia del TSJ.

Siete años

El asunto de la conservera de Campos del Río viene coleando desde hace varios años. Después de que Halcón Foods fuera adquirida, junto a Conservas Fernández de Calasparra, por la conservera muleña Cofrusa con la intención de revalorizar ambas factorías que se encontraban en una mala situación económica, han sido muchos los problemas que han sufrido sus trabajadores, que dejaron de trabajar a finales de abril de 2012, cuando un buen día no se les permitió la entrada a la fábrica y la incorporación habitual a sus puestos de trabajo.