La Audiencia Provincial no se ha creído la versión exculpatoria ofrecida por un joven que dijo que llevaba una capucha no para ocultar su rostro, sino por el frío, y ha confirmado la sentencia que lo condenó a dos años y medio de cárcel por el robo en un coche aparcado en un descampado de Cieza. La sentencia considera probado que forzó el turismo, del que se llevó 2,20 euros, un radiocasete, unas gafas de sol y una memoria informática portátil. Cuando fue detenido «iba vestido completamente de negro, con guantes y una capucha sobre su cabeza, y había tratado de ocultar el radiocasete bajo un montón hojas de árboles que había en el lugar».