En la segunda mitad del siglo XIX el aumento de la producción de pimientos para el pimentón en Beniel fue espectacular. Ello dio lugar a que en el siglo XX casi todos los huertanos dedicaron sus tierras al cultivo de este producto. Los agricultores de Beniel, como en los demás lugares de Murcia, hacían sus propios semilleros. La semilla la sacaba de los pimientos de variedad de Bola de la cosecha anterior. Una vez secos los pimientos se sacaban las semillas y se guardan para sembrarlas en semilleros denominados almajaras. Estos eran hoyos rectangulares de 1,5 ms. de ancho. Después de preparar la tierra convenientemente se sembraba la semilla. La almajara se protegía con bardas de cañas, tapadas con mantos de rastrojo de trigo, para proteger la planta del frío. La simiente se tapaba igualmente con mantos de rastrojo de trigo, por el mismo motivo anterior y también para que los pájaros no se comieran la simiente. El semillero se regaba diariamente con rociaderas. Cuando la planta alcanzaba 5 o 6 cm. de altura se le quitaba el manto de rastrojo. El trasplante de las plantas de pimientos del semillero al terreno definitivo tenía lugar a partir del 15 de abril, cuando ya no había peligro de heladas. Las plantas en el momento del trasplante solían tener una altura de 15 a 20 cm. Cuando el terreno estaba seco se tapaban a mano las grietas que se abrían junto a la planta, para que no se secara. Hecho esto se le daba un abundante riego y cuando la tierra estaba en condiciones se cavaban y se les hacía gruesos márgenes. La temporada de cosecha era de junio a octubre. En Beniel los secaderos más antiguos fueron de cáscara de sol y proceden de la segunda mitad del siglo XIX. Tras la recolección del pimiento maduro se llevaban a los secaderos de El Mojón, donde se secaban al sol durante 3 ó 4 días. Después para que el producto estuviera más limpio se ponían en zarzos de caña. Por la noche se apilaban los zarzos y se cubrían los pimientos con mantos de rastrojo de trigo para preservarlos del rocío de la noche. Muchos agricultores hacían sus propios secaderos utilizando el mismo sistema que el de los grandes secaderos. Una vez secos los pimientos se procedían al desrabado y desbinzado. Los agricultores los vendían al corredor, quien los llevaba a una fábrica de Espinardo. Un secadero importante fue desde1964 a 1980 propiedad de Ángel García Nicolás. En 1984 aparece, también en la pedanía del El Mojón, el primer secadero de luz o industrial, conocido como secadero de Roseros y Cía. Una vez el pimiento seca el corredor José García Coll y posteriormente su hijo José García Muñoz los compraban y los trasportaban a la empresa de Espinardo, propiedad de los hermanos José y Rafael Albarracín Gil. Estos elaboraban el pimentón y lo exportaba a EE UU, a Canadá y otros lugares. La fábrica de dichos hermanos se instaló en 1862. La cáscara se vendía a los molineros llamados Muñoces en el Cabezo de Torres.