A las cuatro de la tarde Moratalla enmudecía en señal de duelo por la perdida de su vecina Sofía López, que falleció como consecuencia de las heridas por asta de vaca que sufrió durante la última suelta celebrada en Moratalla, el pasado domingo por la tarde, con motivo de la celebración de sus Fiestas Patronales.

Un silencio solamente roto por el llanto de sus familiares y seres queridos y de los cientos de vecinos que acudieron a darle el último adiós. El tanatorio de la localidad se quedó pequeño para acoger a todas las personas que estos dos días han pasado por la capilla para darle despedir a la joven fallecida y acompañar a sus familiares en este duro trance.

Sofía estaba casada y era madre de dos hijos. Durante el tiempo que ha durado el velatorio un grupo de psicólogos de la Cruz Roja se han encargado de acompañar a los familiares y dar apoyo psicológico especialmente a los dos hijos de Sofía.

La fallecida, que residía en El Palmar, recibió la cornada cuando intentaba acceder a la peña de su hermana, ubicada en la calle Mayor, y era sorprendida por la res brava que estaba recién desencajonada. Sofía fue incinerada tras el sepelio celebrado en su memoria en el propio tanatorio.