La Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar es el pilar en el que se asientan los intereses económicos y sociales de todos sus asociados, luchadores incansables dentro de un sector que históricamente ha distinguido al municipio costero. Al frente de esta corporación se encuentra, desde hace tres meses, una gestora encabezada por Juan Tárraga Henarejos, que en su día fue nombrado presidente por unanimidad.

"En lo personal, es una satisfacción que me eligieran para presidir la gestora, aunque también supone una responsabilidad añadida porque hasta ahora siempre me había dedicado a hacer mi trabajo y, aunque siempre he estado vinculado a la Cofradía, nunca lo había hecho al 100%", reconoce a este diario el Patrón Mayor en funciones, que, a pesar del cargo que ostenta, resalta la fortaleza del colectivo que encabeza. "No se trata de una labor que realiza una sola persona. Somos un equipo formado por once integrantes que queremos que todo funcione mejor que antes y que lo siga haciendo en el futuro".

Ramón Jiménez, José María Martínez, Jaime Macía, José Carlos Vicente, Carmelo Mariano Pérez, Andrés Escarabajal, Santiago Jiménez, Jesús Antonio Gómez, Joaquín Patiño y Eustaquio Sanmartín completan una comisión que ha logrado reinstaurar la concordia dentro de una agrupación de la que forman parte más de un centenar de trabajadores, que en su día se vieron salpicados por los conflictos que se produjeron en las últimas elecciones de carácter interno. "Lo que nos interesaba era la mayoría y que la Cofradía saliera del bache en el que se encontraba ya que es lo único que tenemos los pescadores para poder estar más unidos y defender nuestro trabajo", resalta Táraga.

Atrás queda una época reciente en la que durante "cinco meses hubo un vacío y no teníamos defensa de ningún tipo, por lo que se tuvieron que tomar decisiones rápidas y contundentes". Los resultados de los primeros movimientos de la gestora, traducidos en la recuperación de la estabilidad, se han visto acompañados por el espectacular balance que ha arrojado la más reciente campaña del langostino: "Ha sido fuera de serie, como no se había visto en la vida. Se ha pescado algo más de 20.000 kilogramos, cuando habitualmente se venía cosechando entre 4.000 y 6.000. De esta forma, la mayoría de gente de la Región de Murcia tendrá la oportunidad de probar nuestros langostinos".

La Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar se vuelca cada día en suministrar a sus miembros todos los ingredientes necesarios para la conservación de los productos pesqueros, así como en asesorarles en todo tipo de asuntos económicos y laborales. También está muy presente, como ha quedado patente a lo largo de su existencia, en la tradicional romería por tierra y mar en honor a la Virgen del Carmen, cuyo cortejo presidirá un año más, esta vez el sábado 16 de julio, junto a las autoridades municipales. Siete días antes, el 9 de julio, varios representantes de la Cofradía acudieron a los domicilios de los pescadores en activo, jubilados o viudas con hijos discapacitados, para entregarles obsequios en nombre de la familia pescadora.

Treinta y ocho años han transcurrido desde que Juan Tárraga inició su idilio con el mar, al que empezó a mirar de cerca en plena niñez. La pesca no tiene secretos para él y buena parte de culpa la tienen las enseñanzas de su abuelo y su padre -su bisabuelo también era pescador-, que calaron muy hondo en él. "Todo el mundo dispone de una embarcación y se practica un tipo de pesca diferente a la de antes, que era todo a brazo, mientras que ahora hay motores para casi todo. El trabajo prácticamente es el mismo y eso creo que es positivo porque al tratarse de una pesca artesanal no debería cambiar mucho. Nuestro mar es muy pequeño y cuantas más tecnologías se introduzcan es peor", reconoce el presidente de la gestora de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar.