Encierro complicado y muy peligroso el protagonizado ayer por el ganado bravo de 'Orellana Perdiz' en Moratalla. Dos de las vacas quedaron rezagadas del resto de la manada y de los cabestros y fueron campando a sus anchas por el recorrido.

El momento de mayor tensión se produjo cuando uno de los animales sorprendió a dos hombres que estaban viendo el encierro detrás de una señal viaria; uno de ellos consiguió ascender a un balcón, pero el segundo recibió varias embestidas del animal aunque no sufrió ninguna cornada.

Dos heridos en la suelta posterior

Ya venían avisando, que la tarde sería muy complicada. Durante la posterior suelta, el ganado bravo de "Orellana Perdiz" dejó dos heridos. El primero fue corneado en la zona conocida como la parada de taxis, en la plaza Tamayo. El hombre sufrió herida por asta de toro con entrada y salida en la parte izquierda del tórax. El segundo de los percances sucedió en la zona del convento, donde otro varón fue envestido por una de las vacas sufriendo traumatismo craneoencefálico. Ambos fueron atendidos en el Centro de Salud del municipio por el equipo del doctor Pedro Galindo, trasladado hasta Moratalla durante la celebración de las Fiestas Patronales, y posteriormente trasladados hasta el Hospital Comarcal del Noroeste con pronóstico reservado.

La bravura de las reses y que nunca habían estado con cabestros dificultó su entrada a los corrales, según confirmaron representantes de la Mayordomía a la Televisión Local de Moratalla.