Los expertos que trabajan en la restauración de la excolegiata de San Patricio de Lorca tras los terremotos del año 2011 han instalado en sus fachadas un novedoso material tecnológico para librarse de las palomas sin dañarlas, un gel óptico que las ahuyenta con luz ultravioleta que solo las aves perciben.

El Obispado de Cartagena ha señalado que este producto bird free (libre de aves) es «innovador, no daña a los animales y es totalmente respetuoso con el medio ambiente», al tiempo que protege la piedra del monumento de las corrosivas deyecciones de las palomas, evitando además que se posen o aniden en la fachada.

Este producto de última generación es un gel óptico fabricado por la empresa Aspenservicios.com y los responsables de la restauración de la excolegiata, construida entre los siglos XVI y XVIII apostaron por la sustancia al ser un producto de muy fácil aplicación en cualquier tipo de superficie y posición, incluso en esta portada con diferentes inclinaciones, cornisas, salientes y entrantes que debían protegerse.

Antes de su instalación se realizó un estudio de las zonas con mayor concentración de palomas y de aquellos puntos estratégicos para evitar la nidificación y los excrementos y en los mismos colocaron el material que es «prácticamente invisible desde la vía pública», indica el Obispado.

Se trata de pequeños discos traslúcidos de ocho centímetros de diámetro y un centímetro de altura, que se pegan a los lugares a proteger basándose en reacciones de las aves por la vista, el tacto y el olfato.

Las aves perciben la luz ultravioleta, de manera que al acercarse a la zona protegida, el color del gel les recuerda al fuego y se alejan y su textura viscosa y su olor molesta no solo a las palomas, sino a todo tipo de aves (gaviotas, gorriones, golondrinas, estorninos, córvidos y urracas que sobrevuelan este tipo de edificios), evitando que vuelvan a posarse.

La Diócesis de Cartagena ha señalado que la aplicación de esta novedosa tecnología es una de las apuestas que se están llevando a cabo en Lorca en el proceso de recuperación y conservación de su patrimonio tras los seísmos y que ha merecido uno de los premios Europa Nostra en la edición de este año, por los trabajos llevados a cabo en esta iglesia de San Patricio, así como en las de San Mateo, Santiago, San José, El Carmen y San Francisco.