Unas 800 personas asistieron el jueves por la noche al acto de conmemoración del vigésimo aniversario del hotel Jardines de Lorca que comenzó su andadura en 1996 en pleno corazón de las alamedas. Entre los invitados estaban el presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, los alcaldes de Lorca y Puerto Lumbreras, Francisco Jódar y María Angeles Túnez, respectivamente, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, el consejero de Turismo, Juan Hernández, entre otros.

El acto se celebró dentro del espacio abierto del hotel Jardines de Amaltea, propiedad también de la misma empresa, y comenzó con la intervención de Jesús Cárdenas Izquierda, uno de los socios fundadores de la actividad, quien recordó a los asistentes los consejos que le dieron en sus difíciles comienzos: «No hay que estar nunca de espaldas al negocio sino abrazar siempre al cliente con la mirada». Cárdenas recordó, entre otros, al ex alcalde Miguel Navarro «que contribuyó de forma eficaz para que el proyecto se pudiera llevar hacia adelante lo mismo que el constructor Hilario Campoy».

A continuación fueron los hijos de Inocencio Piernas y su esposa Lola, Juan Carlos y Joaquín, quienes, muy emocionados, se dirigieron al público para hacer un breve balance sobre la trayectoria de la empresa a la vez que se visualizaba un vídeo sobre la misma.

Juan Carlos dijo que «siempre hemos pretendido que nuestros amigos se conviertan en clientes y nuestros clientes en amigos». Recordaron que son parte de una entidad que supera los 50 años como empresa familiar, cuyas raíces hay que buscarlas en la vecina localidad de Puerto Lumbreras con cuatro generaciones al frente de la misma. Por último, Juan Carlos y Joaquín Piernas rindieron un emotivo homenaje a sus padres y a siete de los empleados que más directamente han colaborado con ellos durante estos 20 años.

Por su parte, el alcalde, Francisco Jódar, dijo que la familia Piernas «ha sabido gestionar un negocio desde el paradigma de la excelencia», y que «ha sido una suerte para Lorca el hecho de que apostaran por la hostelería en la ciudad».

El presidente de la Comunidad fue el encargado, por último, de cerrar el acto manifestando que estaba allí como tal, pero sobre todo «como amigo y vecino de la familia», señalando que «Chencho y Lola y sus hermanos me han visto crecer y por ello me considero parte de una familia estupenda de la que he aprendido mucho desde que era un crío» y añadía que «el proyecto de la familia Piernas es importante para Lorca y para la Región».