La Comunidad de Regantes de Lorca advertía ayer de que tiene un déficit de diez hectómetros cúbicos de agua hasta diciembre y ha pedido cautela a los regantes a la hora de planificar sus plantaciones ante la posibilidad de que no haya agua disponible a partir de septiembre y de que en ese momento se pierda entre el 40 y el 50 por ciento de lo plantado.

El presidente de la Comunidad de Regantes, Juan Marín, ha explicado que las necesidades de agua para el regadío tradicional son de 27,5 hectómetros cúbicos entre junio y diciembre, a razón de 2.200 metros cúbicos por hectárea, de los que ahora solo están asegurados 17,5 hectómetros, 1.400 metros cúbicos por hectárea.

Marín expuso esta situación ante regantes, cooperativistas, organizaciones agrarias, exportadores y alhóndigas, «en una reunión muy caliente». El presidente de los comuneros presentó los caudales disponibles y señaló que su institución cuenta con 100.000 metros cúbicos al mes del pantano de Puentes; 150.000 de pozos oficiales; 850.000 de pozos particulares; 800.000 del trasvase tajo Segura -«suponiendo el nivel III y autorizando un reparto máximo de 20 hectómetros cúbicos al mes»; 100.000 de la depuradora y 500.000 de la desalinizadora de Águilas.

Ante la poca certidumbre de que se produzcan aportaciones directas por lluvia, Marín dijo que su «responsabilidad» es informar a los regantes del agua con la que podrán contar y de comunicarles que «nos faltan diez hectómetros cúbicos». «Si empezamos a plantar, es posible que luego no se pueda regar» y recomendó «con la boca pequeña» a los regantes que «atrasen» un mes sus plantaciones para ver si en este período la institución puede comprar agua «de la cuenca, del Júcar, de Estremera o de donde sea», aunque eso suponga que podrían perderse clientes.

El presidente regional de COAG, Miguel Padilla, convocó anoche una asamblea para evaluar la situación y decidir «los pasos a dar».