La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, dio cuenta ayer al Consejo de Gobierno del final de las obras de emergencia de la primera fase de recuperación de las zonas afectadas por el incendio del pasado verano en la sierra del Almirez de Lorca. «Han sido unos trabajos que se han efectuado casi en tiempo récord, gracias a los técnicos y al apoyo social de los grupos de voluntarios de Lorca, que ha realizado una importante aportación en la recuperación de la zona afectada», añadía.

El incendio arrasó 228,22 hectáreas, de las que el 92,1 por ciento (210,20 ha) eran de monte mediterráneo de pino carrasco, el 6,45 por ciento (14,72 ha) de matorrales, pastizales y cortafuegos y el 1,45 por ciento (3,3 ha) de terrenos de cultivo.

Las labores se aceleraron, explicó la consejera, «por la necesidad de actuar antes de que se inicie la regeneración natural, evitando daños posteriores y por proteger el suelo ante la posible llegada de lluvias». El plan de recuperación de terrenos incendiados en la sierra del Almirez se puso en marcha en agosto de 2015, al igual que en el entorno del cañón de Almadenes y la sierra del Almorchón.

El Plan de Lorca cuenta con una dotación de 1.805.154 euros, de los cuales 595.972,48 ya se han invertido, estimándose un total de diez años para el desarrollo completo del plan. El plan de recuperación consta de cinco grandes bloques de acciones: medidas cautelares, de emergencia, de regeneración ecológica, de seguimiento ambiental y de voluntariado y divulgación. A la dotación total hay que añadir la financiación de 250.000 euros del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Finalizada esta primera fase, continuará el plan de recuperación durante los más de nueve años que restan para su finalización. Se desarrollarán medidas de regeneración ecológica, seguimiento ambiental, voluntariado y divulgación de los avances logrados.