Era un siniestro anunciado o, por lo menos, entraba dentro de lo previsible teniendo en cuenta las condiciones en las que se encuentran las viviendas de la zona en la que un camión frigorífico se empotró el pasado lunes por la noche contra una casa tras salirse de la A7. Así lo aseguran vecinos de este paraje cercano a la autovía y que llevan reclamando desde hace años que se instalen pantallas acústicas que les aíslen del ruido que genera la circulación en la A7 y, al mismo tiempo, puedan frenar, llegado el caso, el impacto de cualquier vehículo que, como este camión, sufra un percance y se precipite fuera de la vía.

Está claro, reconocen los afectados, que una pantalla quizás no hubiera evitado que un camión como el del siniestro del lunes chocara contra la casa, dada la velocidad a la que se salió de la vía (tras chocar contra un coche que se encontraba averiado en el arcén de la autovía), pero algo hubiera ayudado el golpe.

El choque del lunes se saldó, afortunadamente sin heridos, pese a que en la vivienda se encontraban una mujer con sus tres hijas en el momento de la colisión. Pero este accidente ha reforzado el convencimiento de los vecinos de que es necesario reforzar la seguridad en la zona, no sólo con pantallas acústicas sino, además, con vallas de seguridad. De ahí que vayan a redoblar sus esfuerzos para que el Ministerio escuche sus peticiones.