El siniestro de ayer volvía a poner sobre la mesa en qué condiciones trabajan muchas personas, en su mayoría inmigrantes, en la Región de Murcia a la hora de recolectar cosechas.

Kaddour Eljanfi, familiar de uno de los cinco marroquíes muertos ayer en la Ciudad del Sol en el accidente de tráfico ocurrido al salirse de la vía una furgoneta, denunciaba ayer la dureza del trabajo en el campo y el agotamiento de las víctimas, que soportan, tal y como denunció, «jornadas interminables» en condiciones inhumanas.

Eljanfi, a las puertas del hospital Rafael Méndez de Lorca, al cual se desplazó desde Cartagena para interesarse por el estado de los supervivientes, se mostraba convencido de que «el cansancio» es la única causa del accidente.

El hombre aseguró que tiene compatriotas que trabajan en el sector agrícola desde el amanecer hasta el anochecer, «y eso no se puede aguantar durante mucho tiempo», aseveró.

«Se levantaban a las cuatro de la mañana para salir a las cinco, hacer todos los días 200 kilómetros de ida y vuelta, y estar trabajando en Águilas hasta la noche», relataba este marroquí, que reside al igual que las cinco víctimas mortales, y los supervivientes, en la comarca del Campo de Cartagena.

Por 25 euros al día

«No hay cuerpo humano que aguante estas jornadas y siempre lo hemos dicho», lamentaba este trabajador, que en muchas ocasiones ha compartido peonadas con los fallecidos y asegura, ahora, que «nunca jamás» volverá al campo en condiciones «del siglo XIX, no del XXI» tanto en horarios como en sueldos, de menos de 25 euros el día, según dijo.

«No merece la pena. Esto no puede ocurrir más», ha sentenciado Kaddour.

A raíz de este accidente, mortal, el sindicato UGT volvía a exigir a la Inspección de Trabajo «más controles de las jornadas de trabajo en el campo y una mayor supervisión de los vehículos de transporte de trabajadores», remarcó este colectivo en un comunicado enviado a los medios.