Ocho millones de euros. Eso es lo que el ayuntamiento de Totana se 'ahorrará' tras lograr suprimir de uno de los préstamos que mantiene con los bancos una cláusula que el propio alcalde, Juan José Cánovas (IU), califica de «usura», y que fijaba el pago de ocho millones en caso de ruptura del cumplimiento de las obligaciones de pago.

La supresión de dicha cláusula se ha logrado al negociar la novación de dicho préstamo, a costa de asumir un interés más alto al negociado originalmente (11,23% frente a 6,50% del anterior).

El préstamo fue suscrito en 2010, como recuerdan desde Ganar Totana, «por el gobierno del entonces alcalde popular, Martínez Andreo, por un capital de 13.504.864,64 euros al 6,50% de interés».

Sin embargo, «en 2012, se comunicaba desde el ministerio de Hacienda la situación de ilegalidad de este préstamo, puesto que, a la hora de su firma, se había producido un 'maquillaje' en la Liquidación del Presupuesto de 2009, pero se hizo caso omiso de dicha orden», añaden desde Alcaldía.

A esto se añade que, «seis años después de la firma y tras haber dejado de abonar las cuotas desde el año 2014, el préstamo acumulaba un capital pendiente de amortizar de 12.971.162,97 euros, así como intereses acumulados por impagos de 2.248.074,59 euros; intereses por demora de 600.993,29 euros, y una cláusula de ruptura de 7.918.924,00 euros». En total, una deuda de 23.737.454,85 euros. «Es decir, que un préstamo de 13 millones pasó en seis años a costar casi 24».

Ahora, tras meses de negociación por parte del actual Equipo de Gobierno con el ministerio de Hacienda y el BBVA, «se ha conseguido refinanciar esta operación quedando de la siguiente forma: capital: 15.219.237 euros con un plazo de amortización de 10 años; a un interés de 11,23% (entrando en prudencia financiera) y sin cláusula de ruptura». El Ministerio ya ha concedido un adelanto de 1.135.537 euros para hacer frente a las obligaciones de este préstamo.