La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia de un Juzgado de Instrucción de Molina de Segura que absolvió a un hombre que fue acusado de insultar a sus jefes diciendo de ellos que eran malas personas y que no eran serios. La sentencia del Juzgado, que ahora se ve confirmada por la Audiencia, recogió en el relato de hechos probados que el denunciado «pudo haber sostenido» ante sus compañeros esas manifestaciones, pero que las mismas no se daban por probados, por lo que dictó una sentencia absolutoria.

La resolución fue apelada ante la Audiencia por la representación de la empresa, que reiteró su solicitud de que fuese condenado por injurias. El tribunal no ha estimado el recurso porque, afirma, no es posible revocar una sentencia absolutoria si la misma no es arbitraria, ilógica o irracional. Además, expone que en este caso se produjo la prescripción de los hechos tras el dictado de la primera sentencia.