El Consejo Jurídico de la Región ha dictaminado en contra de la reclamación de los padres que exigieron a la consejería de Educación una indemnización por el accidente sufrido por su hijo cuando se encontraba en su colegio de Molina. Según la reclamación, el pequeño se levantó de su pupitre y se dirigió hacia su profesora.

En ese momento, se golpeó la cara contra una mesa, rompió los cristales de sus gafas y sufrió daños en un párpado, hechos que, según la reclamación, entraban dentro de lo que se entiende por responsabilidad patrimonial de la administración.

El dictamen del Consejo Jurídico indica, sin embargo, que el director del centro emitió un informe sobre el accidente, acompañado por una declaración de las profesoras presentes en el aula, que señalaba que el accidente fue fortuito.

Para asumir la responsabilidad, el Consejo Jurídico indica que debe existir un nexo causal entre el funcionamiento del servicio público y el daño irrogado al particular, lo que no ocurre en el este caso.