Ahorrar energía en los procesos de depuración, reducir los gases de efecto invernadero y eliminar la mayor cantidad de materia orgánica y nutrientes de las aguas residuales es la gran apuesta del proyecto europeo Life Celsius.

Bajo las premisas de consumir menos, producir más y no contaminar, esta iniciativa se implantará en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Archena (Murcia) hasta 2018 para demostrar su efectividad en regiones de clima cálido.

El proyecto, impulsado por Acciona Agua esta cofinanciado por el programa europeo medioambiental Life +, cuenta con la colaboración de la Agencia Efe y combina un proceso de eliminación de materia orgánica en un bioreactor anaerobio de membrana y la posterior eliminación de nitrógeno mediante bacterias Anammox.

La primera etapa, fruto del proyecto OptiAnMBR, apoyado por el Ministerio de Economía y Competitividad y desarrollado por Acciona Agua, Esamur (Entidad Regional de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región de Murcia) y Cetenma (Centro Tecnológico de la Energía y el Medio Ambiente), está ya operativa.

Las mayores ventajas de esta primera fase son, por un lado, que las bacterias encargadas de degradar la materia orgánica lo pueden hacer sin necesidad de una fuente de calor externa y ello reduce las necesidades energéticas del proceso.

Por otro, que esos microorganismos no precisan de oxígeno para sus funciones metabólicas, lo que reduce las necesidades de aireación, y además generan biogás, que puede ser utilizado como combustible para generar energía.

La aireación, ha explicado a Efeverde la doctora en Ingeniería Química de Acciona Agua y directora del proyecto, María del Mar Micó, se utiliza en los tratamientos convencionales para oxigenar las bacterias y es "uno de los procesos que mayor energía consume" en una EDAR.

Además, al no requerir de una fuente de carbono externa, necesaria en algunos casos para la eliminación de nitrógeno en reactores aeróbicos, el nuevo sistema "permitirá un mayor ahorro energético", ha añadido.

En una segunda fase, Life Celsius instalará un sistema que, con aireación limitada, eliminará los nutrientes nitrogenados transformándolos en nitrógeno gas, "el principal componente del aire que respiramos", ha explicado María del Mar Micó.

La combinación de ambas etapas permitirá ahorrar el 60 por ciento de la energía necesaria en los principales procesos de depuración de aguas residuales, que se traducirá en un significativo descenso de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Gloria Gómez, técnico de Acciona Agua, se encarga del mantenimiento y control de la planta piloto, donde evalúa los parámetros característicos de los efluentes, el consumo energético y la calidad del biogás producido.

"En el proyecto Life Celsius se pretende desarrollar y probar un sistema de tratamiento de agua residual en climas cálidos", para lo cual se ha escogido una estación depuradora "donde la temperatura ambiente media ronda los 19 grados centígrados".

Con esta tecnología, "se conseguirá un agua apta para su reutilización con menor coste energético que los tratamientos convencionales, una opción muy interesante en zonas como la Región de Murcia, en que el agua es un bien muy escaso", ha matizado.

Según María del Mar Micó, el reto será mantener una adecuada actividad de la biomasa pese a trabajar a temperatura ambiente y no con calefacción externa.

"Se trata de que el efluente que llega como agua residual esté en torno a los 15 a 25 grados centígrados", ha explicado, y eso es posible en puntos de la cuenca mediterránea, África, Latinoamérica o la India, "precisamente lugares con problemas de eutrofización -aumento de nutrientes en aguas superficiales- y de estrés hídrico"

La directora del proyecto Life Celsius ha explicado que el agua resultante del proceso de depuración de la EDAR de Archena se vierte al río Segura con una excelente calidad; de hecho, "se espera superar un 90 por ciento de eliminación de materia orgánica y el mismo porcentaje de compuestos nitrogenados".

Y si no se eliminaran los nutrientes, es decir, que aún tuviera contenido en nitrógeno y fósforo, se podría reutilizar incluso para riego, donde "actuaría como abono".

Sin embargo, ha matizado, "no nos podemos parar ahí, porque si el agua es vertida al medio con contenido en nitrógeno podría generar problemas de eutrofización e hipoxia en las masas de agua superficiales".