La tubería que conecta la planta desalinizadora de Águilas con las zonas regables del Valle del Guadalentín ya está lista para comenzar a funcionar y cuando lo haga podrá desplazar un caudal de hasta 150.000 metros cúbicos diarios de agua de mar desalada hasta los campos de Lorca y Totana. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, asistió ayer a la «última prueba general de presión» para la puesta en marcha de esta conducción que transportará el agua desalada desde Cerro Colorado y que tiene una longitud de 27 kilómetros.

Fabricada en acero y construida por una empresa especializada de Lorca la tubería tiene un diámetro de 1,2 metros y llevará el agua a 12.000 hectáreas de regadío de la Comunidad de Regantes de Lorca y a zonas regables del municipio de Totana.

Su construcción, financiada por el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) con un presupuesto de 20 millones de euros, forma parte de las medidas excepcionales adoptadas por el Gobierno central en el marco el Decreto de Sequía.

La CHS ha sido la encargada de la ejecución de los trabajos y su presidente puso ayer de relieve que se hayan ejecutado en un «tiempo récord» de solo cinco meses pese a la complejidad técnica y burocrática, ya que el proceso ha llevado aparejadas expropiaciones de terreno a lo largo de todo el valle.

Para agilizar la construcción el proyecto se dividió en 15 tramos distintos, ha dicho el presidente del organismo de cuenca que ha anunciado que la tubería comenzará a funcionar en los próximos días porque «hay que meter cuanto antes en el sistema» de riegos de estas zonas, que se encuentran entre las más afectadas por la sequía.

En los Presupuestos Generales del Estado para 2016 se ha presupuestado una cantidad adicional para las impulsiones de esta infraestructura que inicialmente no estaban previstas y que construirá la sociedad estatal Acuamed.