Las 72 familias del edificio Viña Nueva, derribado tras los terremotos de 2011, regresaron ayer a sus pisos ya reconstruidos, cuando acaban de cumplirse 57 meses de la catástrofe, un período de casi cinco años en el que han vivido en pisos de alquiler, en casas de familiares o en segundas residencias.

Los propietarios recibieron ayer las llaves de sus nuevas viviendas, ha informado el ayuntamiento, que recuerda que con la apertura de este edificio son ya 36 los inmuebles colectivos reconstruidos tras los seísmos y 47 las viviendas unifamiliares reedificadas. De este modo la estadística de la reconstrucción del parque inmobiliario perdido tras los terremotos eleva a 769 las viviendas terminadas, mientras que otras 790 siguen en proceso de reedificación, indica la concejalía de Urbanismo.

El edificio Viña Nueva fue uno de los más grandes que se derribaron ya que ocupaba toda una manzana en el barrio de La Viña, la zona cero de los temblores y hoy, en su nueva estructura, ocupa una superficie de 3.163 metros cuadrados.

El bloque tiene siete alturas más ático, 72 viviendas, bajos comerciales y garaje subterráneo y su reedificación se agilizó mediante la aprobación en un plazo de cuatro meses (lo habitual es un año) de un plan especial de reforma interior.