Un hombre que fue condenado por el Juzgado de Instrucción de Jumilla al pago de una multa de 60 euros por amenazar a su jefe aseguró en el recurso que presentó ante la Audiencia Provincial de Murcia que todo fue un invento de éste para tratar de justificar su despido. La sentencia señala que el Juzgado, en la resolución que ahora se confirma en su integridad, declaró probado que el incidente se produjo en junio de 2015, cuando el denunciado pidió explicaciones a su jefe porque no le había abonado una nómina. Se produjo entonces una discusión en el transcurso de la cual el acusado, provisto de un palo y una navaja, le dijo al denunciante que «lo iba a degollar».

En su apelación, el condenado expuso que el denunciante se había inventado unas amenazas que no habían existido «para motivar el oportuno despido procedente».

La sala, que tiene como ponente al magistrado José Luis García, dice al desestimar el recurso que, en base a la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, no es posible revocar una sentencia si no se aprecia que la misma es ilógica, irracional o arbitraria, lo que no ocurre en este caso