El foco de hongo aspergillus detectado el martes en el hospital 'Rafael Méndez' de Lorca «no ha crecido» y empieza a remitir, según el resultado de los primeros contra-análisis realizados ayer, aunque se mantiene un control exhaustivo de temperatura de pacientes con catéter y un protocolo especial de limpieza en los espacios confinados. La gerente del Área III de Salud de Lorca, Catalina Lorenzo, ha explicado que siguen clausurados un paritorio y la sala de espera de las urgencias pediátricas, que fue donde se detectó el foco de este hongo, que puede causar complicaciones clínicas en personas inmunodeprimidas.

Lorenzo ha hecho un llamamiento a la «tranquilidad, porque este tipo de cosas suelen ocurrir en los hospitales» y ha vinculado el episodio de contaminación a las obras de ampliación del área de paritorios y quirófanos ya que la vía de propagación del hongo es el polvo.

Como consecuencia de esas obras el hospital había aumentado la frecuencia de sus controles rutinarios para la detección de microorganismos de flora aeróbica o fúngica, como el aspergillus, que por encima de determinados valores se pueden convertir en agentes patógenos para los pacientes.

Antes de que comenzaran las obras los controles eran trimestrales y quincenales en el momento de detectarse el foco, ha indicado la responsable del hospital, que ha señalado que tras la comprobación de que había valores superiores del hongo se activó un protocolo de intervención que sigue en vigor. Se clausuraron los espacios donde se midieron valores por encima de la recomendación sanitaria, que están sometidos ahora a un control diario, se sellaron, limpiaron y desinfectaron los conductos de climatización del hospital, se aumentó la plantilla del servicio de limpieza y se activó un operativo especial de limpieza de superficies verticales y horizontales.

De forma paralela, «el problema» se comunicó a todo el personal sanitario con una recomendación de seguimiento especial al personal de microbiología para la detección de casos sospechosos de contagio y la aplicación del correspondiente tratamiento.

Además, ha añadido Lorenzo, todos los supervisores de enfermería de las áreas de hospitalización están haciendo «un control exhaustivo de temperatura de todos los pacientes que tienen insertado algún catéter» y que pueden ser un blanco más fácil para infecciones.

La gerente del hospital ha señalado que la sala de espera de pediatría se ha trasladado a otro espacio aislado de patologías de adultos y los partos del paritorio afectado se han trasladado a un quirófano. La actividad de este quirófano ha pasado a horario vespertino, por lo que no se ha suspendido ninguna intervención urgente o programada. Lorenzo insistía en que mientras duren las obras de ampliación se extremarán las medidas de detección de microorganismos, al tiempo que señalaba que si los contra-análisis siguen dado resultado negativo hoy los espacios clausurados podrían reabrir el lunes.