En Lorca, el día de Navidad se retrasó unas cuantas fechas. Y es que hasta ayer sus vecinos no pudieron celebrar el nacimiento del niño Jesús; que, por cierto, no vio la luz en un portal de Belén, sino en un rincón de la Ermita de San Roque.

Al menos así es como cuenta la historia la Asociación Belenista de Lorca, principal responsable de la segunda edición del Belén Viviente Itinerante de la ciudad. Con un elenco de más de 300 actores voluntarios -entre personajes de la televisión y trabajadores del Área Comercial Corredera de la localidad-, la leyenda bíblica se hizo carne y música, con la aportación de las bandas de los cuatro pasos de de Semana Santa de Lorca, que pusieron la banda sonora a una jornada de devoción y espíritu navideño que fue «todo un éxito», según los organizadores del evento. Tal fue la afluencia de curiosos, que los personajes, entregados, tuvieron que tirar de micros para sus diálogos.

Así, a las doce del mediodía tuvo lugar la anunciación a la Virgen Maria, junto al Palacio de Guevara; la Comunidad de Regantes de Lorca hizo las veces del Palacio de Herodes, y hasta la citada ermita llegaron acompañados de los pastores los tres Reyes Magos. Sus magestades de Oriente fueron los grandes protagonistas de la mañana, repartiendo piruletas a los niños que les siguieron hasta el portal y recogiendo en varios cofres las cartas de los pequeños, que aprevecharon la jornada para entregar sus peticiones.