La Virgen del Castillo, patrona de Yecla, regresó ayer en procesión hasta su santuario donde es venerada y custodiada durante todo el año por los yeclanos. La Virgen ascendió por las escarpadas calles que conjugan un Vía Crucis envuelta en una alfombra matizada de pólvora y clamores de los miles de devotos que acompañaron a la imagen mariana.

Pasadas las cinco de la tarde, la patrona de la atalaya del Altiplano murciano esperaba radiante en la puerta de la Basílica, mientras en el Atrio la soldadesca se concentraba para acompañar a la imagen. En la puerta del Santuario el Mayordomo, José María Martínez, jugó por última vez la bandera en presencia de la Virgen, mientras se daban las tradiciones ´tres vueltas al pino´, hasta introducirse finamente en su Santuario. Como colofón, se lanzó un castillo de Fuegos Artificiales, mientras se entonaban los tradicionales cánticos de los Auroros.

Por la noche, se procedió a la entrega de insignia del Bastón al nuevo mayordomo, quien ordenó por primera vez el disparo de Arcas Cerradas.

Antes, por la mañana, se vivió uno de los momentos más peculiares de la fiestas mayores de Yecla; tras la función religiosa, presidida por Manuel Ureña, Arzobispo emérito de Zaragoza, se inició la popular Minerva, una procesión claustra con el Santísimo, mientras en el Atrio resonaba el atronador estruendo de los arcabuces. Al llegar al umbral de la puerta principal, la Custodia salía para impartir la bendición a la soldadesca, mientras el Alférez Abanderado jugaba la Bandera de rodillas frente a la Custodia.

Día de acción de Gracias

La fiesta se dará por terminada el próximo 3 de enero, cuando, a partir de las 11 de la mañana, se celebre una misa de Acción de Gracias en el Santuario, donde se entregarán los diplomas a los distintos cabos de las Agrupaciones de Escuadras que terminan su mandato y a los Mayordomos del Año 2015. Será entonces, con la pólvora mojada, cuando nostálgicos y devotos exclamen: ¡ya sólo faltan once meses para volver a ver salir a la Virgen!