La promesa de la consejera de Educación y Universidades, María Isabel Sánchez-Mora, de que el próximo año darán comienzo las obras del tan ansiado y esperado nuevo colegio de Librilla no han tenido el efecto esperado porque los padres y madres del único centro educativo de la localidad han decidido mantener la concentración convocada para hoy a las puertas de la Consejería, así como su intención de no llevar a sus hijos a clase. El objetivo es el mismo que las protestas que se vienen sucediendo desde hace meses en la localidad: denunciar el deplorable estado del único colegio de Librilla y exigir la construcción de uno nuevo. Para ello, el Ayuntamiento ha cedido ya una parcela, que ahora debe pasar el examen de los técnicos de la Consejería, que deben emitir un informe sobre la idoneidad de estos terrenos para acoger un colegio, paso previo e imprescindible para realizar el proyecto técnico del centro y licitar las obras.

Estas y otras cuestiones se pusieron sobre la mesa en la reunión que la consejera mantuvo ayer con representantes de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del colegio de Librilla y la alcaldesa de la localidad, Mar Hernández, con los que se comprometió a realizar cuanto antes los trámites necesarios para que el colegio pueda comenzar a construirse el próximo año. Los padres, sin embargo, quieren hecho y no promesas.