San Javier fue escenario de una curiosa pasarela de moda con una protagonista de excepción: la colección 'Baby Alpaca' que las mujeres aymaras (Perú) han tejido dentro del proyecto que tienen en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y la Coordinadora de Mujeres Aymaras (CMA), en el que participa el ayuntamiento de Madrid, la asociación Diseño para el Desarrollo y varias empresas privadas. La finalidad de este proyecto es apoyar que unas 400 mujeres aymaras de la región de Puno, en Perú, logren un desarrollo social y económico sostenible en una zona donde las temperaturas son muy extremas y se vive de una agricultura que da escasos beneficios. La cita fue en el salón de actos de PEINSA, ubicado en el polígono industrial de Urreas, en San Javier. Al desfile asistió la coordinadora de la CMA y el evento estuvo apadrinado por Miss Perú 2013.

Adolfo Cazorla, director del grupo de investigación Gesplan y de la Cátedra Fundación Ingenio UPM, recalca que «se trata de trabajar con la gente, no ayudarles, pues eso acaba creando dependencia. Darles la caña, no el pez». Todo empezó en 2008, tras una investigación que hizo la UPM-Gesplan. Ya en 2009 se realizó el primer desfile en Lima. Poco a poco llegaron a Madrid, San Javier y San Pedro del Pinatar.

Según Cazorla, el proyecto ha tenido muy buena repercusión y cada año las colecciones son distintas. «Tenemos diseñadoras españolas, que ha estudiado en la UMP, que realizan los dibujos siguiendo la moda actual», explica Cazorla. Todos los tejidos son de alpaca, uno de los materiales más resistentes. «La calidad y el diseño de todas las prendas son buenísimos y únicos», cuenta Cazorla.

Independencia para ellas.

La comunidad aymara se reparte en seis provincias de Perú con unas 21 comunidades jerárquicamente organizadas que trabajan en la CMA. Todos los beneficios que reciben de la venta de prendas son para estas mujeres, lo que les ayuda a costear los materiales, el transporte o los impuestos. Alrededor de un 30% va para la mano de obra y ninguna de las entidades colaboradoras recibe dinero de las ventas.

La alpaca es un material que viene de las llamas y la producción de los tejidos es ecológica y natural. Gracias a este proyecto, se ha enseñado a muchas mujeres las tallas internacionales, las modas extranjeras, etc., que se mezclan con la tradición y los conocimientos de generaciones tejiendo este tipo de tela. La posibilidad de buscar otras vías de supervivencia es esencial para estas comunidades que viven a más de 3.000 metros de altitud. Algo en lo que incide Cazorla, es que «las protagonistas son ellas», pues la UMP se considera solo una intermediaria y se espera que en unos cuantos años las mujeres aymaras, junto a la CMA, sean totalmente independientes en cuanto a la gestión de la producción y su venta.