La fiscal pide 15 años de cárcel para un hombre, cuyas iniciales son L. G. R., que en 2013 prendió fuego a un bar y a un trastero de su propiedad y «abrió las espitas de los reguladores de gas butano, los mandos de la cocina y el horno, con la intención de provocar una explosión», según se lee en las conclusiones provisionales.

Los hechos ocurrieron en la urbanización Euromanga I, en San Javier. Después de prender fuego en su bar y su trastero, en el bajo, el acusado subió a la sexta planta del edificio, fue hasta la puerta de un vecino y la roció con gasolina, «previamente colocando una masa blanca similar al yeso, para evitar las salida del acelerante hacia el exterior y encauzarlo hacia la casa, e inició el fuego usando una caja de cerillas».

Además, el incendio de los locales que el acusado tenía en el bajo se propagó hasta un restaurante cercano. Ardió tanto su exterior como parte del interior.

Agentes personados en la zona, tras tener conocimiento del suceso, procedieron al desalojo del edificio, recuerda la fiscal.

En concreto, en el apartamento del sexo piso se produjeron daños que ascienden a 29.655,01 euros. En cuanto al restaurante, el fuego afectó al toldo, a una pared, a un muro y a la instalación eléctrica. Los daños se valoraron en 11.912,98 euros. Además, se cuantificaron daños en la comunidad de propietarios: en las paredes, en los techos de escayola, en la barandilla y en la fachada, un total de 24.352,20 euros.

El hombre fue detenido tras los hechos y estuvo en prisión provisional algo más de un mes.

«Los hechos son constitutivos de un delito de incendio con peligro para la vida e integridad física de las personas, previsto y penado en el artículo 351 del Código Penal», detalla la fiscal. Además de los 15 años de prisión que le piden, habría de indemnizar a los dueños de los locales afectados.