Madrid y Barcelona han acogido esta semana el cuarto Salón Guía Peñín de las Estrellas. En este encuentro profesional se han podido degustar una selección de vinos españoles que han sido catalogados con 4 o 5 estrellas en la prestigiosa publicación, calificación que se otorga por la buena relación calidad-precio. La denominación de origen Bullas ha estado representada en la muestra, entre otras firmas, por Tercia de Ulea. Cinco de sus referencias han obtenido la puntuación necesaria para formar parte de este ´firmamento´ vitivinícola. Son sus crianzas Tercia de Ulea (90 puntos) y Viña Botial (92), el joven Rambla de Ulea (89) y sus rosados Travesura (91) y Rebeldía (85) cuyos precios oscilan entre los cinco y trece euros.

La agenda de promoción de la empresa de Moratalla se ha completado esta semana con su participación el lunes pasado en la Muestra de Vinos y Bodegas de la Denominación de Origen Bullas, celebrada en Mula, donde además de las referencias anteriormente mencionadas, se dio a probar su rosado semidulce Adivinad. «En nuestra bodega hemos sabido combinar la tradición, con la elaboración de grandes crianzas, con el lanzamiento de otros vinos más frescos y ligeros, con marcas comerciales atractivas, con las que pretendemos acceder al consumidor más joven o menos especialista», comenta Diego Ruiz, que representa a la cuarta generación de esta empresa familiar. «También apostamos por nuestra variedad autóctona, la Monastrell, que es lo cercano y a su vez lo más auténtico que podemos ofrecer al cliente y que nos permite diferenciarnos de la competencia», apunta. En los últimos años, Tercia de Ulea ha apostado fuerte por la exportación, principalmente en Asia, donde está cosechando importantes galardones. Sus vinos son reconocidos en importantes certámenes como el China Wine and Spirits Awards (CWSA). En su última edición, Tercia de Ulea crianza y Viña Botial fueron distinguidos con medallas de oro y plata. «También estamos teniendo una destacada implantación en los mercados de Taiwán, Polonia y Venezuela. Ahora nuestro objetivo es vender en Estados Unidos y Japón, así como dar a conocer nuestros vinos a los consumidores locales», adelanta Ruiz.

Visitas a la Casa de Labor

Por otra parte, la bodega también colabora en la promoción del turismo enológico en la comarca del Noroeste. En fines de semana y festivos ofrecen visitas guiadas a la Casa de Labor, un antiguo granero y establo del siglo XIV convertido hace cinco años en centro de interpretación donde se expone maquinaria antigua y se explica el proceso de elaboración de los vinos de Tercia de Ulea. También se pueden adquirir y degustar sus más preciadas referencias.