Cinco investigadores de las universidades de Durham y Winchester están llevando a cabo un estudio piloto, financiado por el Leverhulme Trust y la Universidad de Durham, titulado 'Desarrollando nuevos métodos para fechar regadíos históricos' y que está teniendo Jumilla como uno de sus destinos. Los trabajos están siendo llevados a cabo por Christopher Gerrard, Alejandra Gutiérrez y Nathan Jankowski (Universidad de Durham) y Keith Wilkinson (Universidad de Winchester)

El objetivo del estudio son las minas de agua, un método ingenioso de extraer y conducir el agua desde donde aflora en el acuífero hasta una balsa o fuente. Las minas de agua son muy abundantes en el Suroeste de España y sobre todo en Murcia, pero existe muy poca documentación o indicios ciertos que indiquen la fecha exacta en la que se construyeron. El minado de agua aparece ya en Persia (actual Irán) en el primer milenio a.C., desde donde se piensa que fue difundiéndose hacia China por el Este y hacia el norte de África por el Oeste, y de aquí a España y América.

Para probar esta nueva metodología el equipo de investigadores está tomando muestras de tierra de los montículos acumulados alrededor de las boqueras o espejuelos para aislar los cuarzos presentes en la tierra y fecharlos por Luminiscencia Estimulada Ópticamente (OSL). Con estas fechas se puede entender el proceso y la cronología de la acumulación de tierra alrededor de las boqueras y, por lo tanto, su construcción.

El método sólo se puede utilizar en minas donde todavía se conservan intactas las boqueras o espejuelos. El estudio incluye dos sistemas de los pocos que se conservan y que precisamente son murcianos: el de la mina de la Casa del Manzano en Jumilla y el de las Alquerías en Totana.