La Fiscalía y la acusación particular solicitaron ayer la prórroga de la estancia en prisión del ciudadano paquistaní condenado a 16 años y 6 meses de cárcel por asesinar a la exconcejal de Lorca (Murcia) Alicia Zambrana en una vivienda de El Campello (Alicante) en febrero del año pasado.

El condenado fue trasladado ayer desde la prisión hasta la Audiencia de Alicante para comparecer en una vista de apenas cinco minutos de duración después de que su defensa haya recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia valenciano (TSJCV), según fuentes del ministerio público.

La legislación española prevé que los condenados puedan seguir en la cárcel hasta cumplir la mitad de la pena impuesta cuando el fallo no es firme, como en este caso, en el que cabe recurso ante el TSJCV y, en una segunda fase, ante el Tribunal Supremo (TS).

El ciudadano paquistaní Khuram Riaz fue condenado a finales del pasado mes de octubre por un magistrado a 16 años y 6 meses de prisión por un delito de asesinato, así como a pagar una multa de 160 euros por una falta de hurto y a indemnizar a los tres hijos de la víctima con un total de 300.000 euros por daños morales.

La sentencia, que plasmaba el veredicto emitido días antes por un jurado popular, declaraba probado que el acusado golpeó fuertemente en la cabeza a la exedil con una banqueta de madera, lo que le provocó unas lesiones craneoencefálicas que desembocaron luego en su muerte.

Un ataque «imprevisto»

Esa acción fue «repentina e imprevista» para la mujer, que «no esperaba ser objeto del ataque, lo que le impidió prepararse contra él y reaccionar en consecuencia, al menos en la medida de lo posible», según la resolución judicial.

El condenado, que había acudido a la casa que tenía alquilada Zambrana invitado por ella para pasar unos días, abandonó el domicilio tras el crimen con un ordenador portátil de la fallecida.

Alicia Zambrana fue concejal por el PSOE en la ciudad murciana de Lorca entre 1995 y 1997 y se había mudado a El Campello para estar cerca de sus hermanos tras la ruptura de un matrimonio de 36 años de duración cuando fue asesinada.