El científico titular del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) Josep María Trigo, ha explicado que, para que un resto de basura espacial, como los que han caído en las últimas semanas en municipios de Murcia, sea peligroso debe ser «bastante grande» en su origen, como una pieza de satélite en desuso de gran tamaño o una fase de un cohete, ya que éstos pierden masa en la atmósfera.

También ha indicado que estos objetos «cuya entrada se produce a velocidades generalmente inferiores a 30.000 kilómetros por hora», pierden peligrosidad debido a su «muy eficientemente frenado por sus trayectorias rasantes».

Trigo también ha destacado que, las estimaciones realizadas por NASA indican que «la posibilidad que uno de estos fragmento impacte sobre una persona en particular son una entre un trillón». «De hecho, todavía no se conoce ningún caso», ha declarado.

En cuanto a la posibilidad de conocer con antelación la caída a la Tierra de uno de estos restos, el científico ha señalado que «resulta muy difícil saberlo a ciencia cierta» porque «es imposible modelar la caída progresiva de los satélites artificiales que poseen múltiples piezas». Así, estos «pueden fragmentarse y evolucionar separadamente», explica el experto.

«Lo que se suele hacer es intentar que las fases de cohete y otros satélites decaigan en sus órbitas sobre el océano para minimizar el peligro», ha apuntado.

El científico apunta que la reentrada de basura espacial produce bolas de fuego, al igual que los meteoritos, pero existen diferencias. Trigo apunta que la trayectoria de la basura espacial es de baja velocidad comparada a los meteoritos, por lo que son «mucho más duraderas» y «más fácilmente filmadas por testigos casuales».

Trigo ha explicado que, «mientras una estrella fugaz de origen interplanetario apenas dura pocos segundos», una reentrada «puede transcurrir en decenas de segundos o varios minutos, atravesando el firmamento de punta a punta».

Desde un punto científico estos restos revierten poco interés. Cuando se encuentre uno, insiste, avisen a las autoridades.