La Audiencia Provincial ratificó el fallo de un Juzgado de lo Penal que condenó a un vecino de Calasparra a pagar 1.200 euros por los daños que produjo en el coche de la pareja sentimental de su exmujer al rociarlo con un aerosol de pintura.

La sentencia, que rechaza el recurso que presentó el acusado, confirma también la obligación de pagar al perjudicado otros 1.200 euros por el importe de los desperfectos que causó.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2010, cuando el denunciado se dirigió a una calle próxima al centro de Salud de Calasparra donde se encontraba estacionado el coche, sobre el que vertió la pintura desde el capó hasta la parte trasera lateral derecha, «incluido el faro».