La Agencia Tributaria de Lorca cruzará a partir de 2016 sus datos con notarías, registros de la propiedad y con el Catastro para detectar bolsas de fraude y ocultación de ingresos en el pago de los tributos municipales. El concejal de Economía y Hacienda, Fulgencio Gil, ha señalado que estas nuevas fórmulas inspectoras serán incluidas en el plan municipal de control tributario para 2016 con el fin de «garantizar el derecho a la igualdad en el pago de los tributos y proteger a los contribuyentes lorquinos».

Gil ha recordado que la reciente modificación de la Ley General Tributaria recoge el establecimiento de estos nuevos medios para el desarrollo de la actividad inspectora, al amparo de la Ley 34/2015.

La Agencia Tributaria de Lorca, constituida hace dos años por el consistorio para luchar contra el fraude y la elusión fiscal ha permitido recaudar en este período algo más de 2,5 millones de euros en concepto de impuestos impagados por parte de los contribuyentes. El edil ha defendido que se trata de «cantidades devengadas por contribuyentes que, teniendo holgada capacidad económica para pagar se habían convertido en morosos casi perpetuos para la Administración local». Gil ha añadido que los contribuyentes que pueden pagar y no lo hacen son el objetivo de la Agencia y no «aquellos contribuyentes que no pueden pagar pero quieren hacerlo» y para los que el consistorio tiene establecidas fórmulas de pago a plazos o el plan personalizado de tributos.

Incumplimiento sistemático

Para el concejal el funcionamiento de la Agencia ha acreditado su eficacia en la persecución del fraude fiscal y ha permitido acabar con «situaciones de sistemático incumplimiento de las obligaciones tributarias» de algunas mercantiles y particulares.

En esta agencia, creada en Lorca al amparo de la Ley de Municipios de Gran Población para ciudades de más de 75.000 habitantes, trabajan ocho funcionarios con dedicación exclusiva y el mayor número de impagos detectados corresponden al Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

Gil ha explicado que la bolsa de impagos suele rondar el 15 por ciento del dinero que anualmente debe ingresar el consistorio por vía tributaria.