Los propietarios de la Plaza de Toros de Lorca, inaugurada por el mítico Lagartijo el 29 de junio de 1892, la ponen a la venta al no poder asumir los costes de su restauración tras los graves daños que los terremotos de 2011 causaron en el edificio y que lo mantienen clausurado desde esa fecha.

Algunos de los semanarios taurinos del país ya publican en sus últimos números anuncios de venta del coso de Sutullena, con un aforo de 9.000 espectadores y el Ayuntamiento ha confirmado que ha declinado las ofertas que le ha hecho la propiedad para que sea el consistorio quien se haga cargo del histórico edificio.

Hasta hace un año el Ayuntamiento y los propietarios buscaron de forma conjunta inversores que permitieran financiar la restauración del centenario y el alcalde, Francisco Jódar, dijo en octubre de 2014 que la indemnización del Consorcio de Compensación de Seguros que habían recibido los dueños de la plaza para restaurar los daños de los seísmos era «claramente insuficiente».

Jódar reconoció entonces que «lo deseable» sería que la plaza de toros pasara a ser de propiedad pública, aunque también afirmó que esa solución no era viable ante las múltiples prioridades del municipio tras los temblores y la situación de crisis económica. Por ello el consistorio buscó inversores privados que aportaran dinero para la recuperación de la plaza sin éxito.