Dos menores de edad vecinos de Puerto Lumbreras han sido condenados a no salir de sus casas de noche en los próximos nueve meses y a seguir cursos para mejorar su conducta y contribuir a la «armonía familiar» por provocar altercados en la fiesta de Halloween en 2013.

La Audiencia provincial ha ratificado así una sentencia del Juzgado de Menores de Murcia, dictada hace ahora un año, al desestimar el recurso que presentó uno de los menores.

El Juzgado, que absolvió a otros ocho menores que fueron acusados por los mismos hechos por falta de pruebas, declaró probado que durante los incidentes, en los que participaron de diez a quince jóvenes, los condenados protagonizaron diversos actos incívicos.

Así, cruzaron un vehículo en el centro de la calle, con lo que impidieron el tráfico por la vía; colocaron y volcaron contenedores en una calle, arrojaron huevos a las fachadas de varias casas, lanzaron piedras a los vehículos que pasaban por una carretera nacional y tiraron también objetos diversos a la misma.

Igualmente fue lanzado un petardo y un objeto contra un coche policial, en el que causaron daños que fueron tasados en 666 euros.

La sentencia condenó a uno de los menores, como autor de un delito de desórdenes públicos, a la medida de libertad vigilada por un periodo de nueve meses, y al otro, por un delito de daños, a la misma medida, siendo absuelto del otro delito.

El juez impuso a los dos chicos la obligación de someterse a programas, talleres o cursos de tipo formativo y cultural y la prohibición de relacionarse con grupos de iguales conductas destructivas. Además, no podrán salir de sus residencias entre las 22:30 y las 8:00 horas y deberán tener con sus familias «un comportamiento exento de agresividad, promoviendo con su actitud personal la armonía en ellas».

Así mismo, tendrán que respetar las pautas de conducta establecidas por sus padres y colaborar en las actividades domésticas adecuadas a su edad.