Un jurado popular ha declarado hoy culpable de un delito de asesinato al acusado del crimen de la exconcejal de Lorca (Murcia) Alicia Zambrana, perpetrado en un domicilio de la localidad alicantina de El Campello entre el 13 y el 14 de febrero del pasado año.

El jurado se ha mostrado unánime a la hora de considerar al procesado, Khuram Riaz, de nacionalidad paquistaní, autor de la muerte violenta de la mujer, con la que mantenía una relación sentimental desde hacía unos meses cuando sucedieron los hechos.

Sin embargo, solo siete de sus nueve miembros han votado a favor de que el acusado se condujo con alevosía al no dar a la víctima posibilidad de defenderse frente a la agresión, y ocho han declarado probado que le robó también un ordenador portátil.

Además, los nueve integrantes del jurado han rechazado que el sospechoso actuara en legítima defensa, como él había sostenido durante el juicio, al tiempo que no han avalado que existiera una relación de parentesco en la pareja, lo que hubiera supuesto una circunstancia agravante del crimen.

Igualmente, el jurado se ha opuesto a que el Gobierno tramite el indulto para el acusado y a la posibilidad de que la Justicia pueda suspender la ejecución de la futura condena.

Tras escuchar este veredicto, el fiscal del caso ha solicitado al magistrado que ha dirigido la vista oral desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Alicante que imponga al procesado una pena de 17 años de cárcel por el asesinato y 6 meses por un delito de hurto.

La acusación popular, que ejerce la Generalitat, se ha adherido a esta petición, mientras que la acusación particular ha fijado su solicitud en 18 años y 6 meses de cárcel y la abogada defensora, en 15 años y una multa.

Zambrana, entonces de 58 años, fue asesinada supuestamente por Riaz en el transcurso de una discusión motivada, al parecer, porque ella había rechazado su petición de matrimonio, algo que la "agobiaba", según los testimonios de una hermana de la exedil y de una amiga.

El procesado, que actualmente tiene 31 años, le golpeó en la cabeza con un taburete de madera de forma sorpresiva y luego huyó de la vivienda alquilada por la víctima, donde estaba pasando unos días con éstas, y huyó a Italia, donde fue apresado en abril de ese mismo año