Los forenses que realizaron la autopsia a la exedil de Lorca (Murcia) Alicia Zambrana, asesinada en el municipio de El Campello (Alicante) en febrero del pasado año, han asegurado hoy en el juicio sobre este caso que la mujer sufrió una agresión "sorpresiva" ante la que no pudo defenderse.

El crimen ocurrió en un edificio de la calle Jacinto Benavente de la citada localidad alicantina en la noche del 13 al 14 de febrero del pasado año, cuando el procesado, Khuram Riaz, de origen paquistaní, discutió con Alicia Zambrana, con la que mantenía una relación sentimental, porque ella no quería casarse para que él regularizara su situación legal en España.

En la tercera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Alicante han comparecido los forenses que practicaron la autopsia a la exconcejal, entre otros.

"Si la persona ve venir la agresión, lo lógico es poner las manos, los brazos o los antebrazos delante para defenderse, por lo que creemos que fue sorpresiva y, aunque la viera venir, no le dio tiempo a defenderse de ninguna forma", ha precisado uno de estos peritos.

Estas conclusiones contradicen la versión del acusado, quien el pasado lunes, durante la primera sesión de la vista oral, sostuvo que hubo una pelea entre ambos y que la mujer intentó acuchillarle primero.

Los forenses consideran más probable que la víctima, de 58 años, recibiera "un único golpe con un objeto pesado y contundente" y no pueden establecer si estaba de pie o tumbada en un sofá, de cara o de frente a su agresor.

Los especialistas han explicado que encontraron en su cuello una señal que evidenciaba que había sufrido una presión en esta parte de su cuerpo y han apuntado a la posibilidad de que su muerte no fuera instantánea a la agresión, sino poco después.

En esta tercera sesión del juicio han declarado otros peritos, entre ellos los guardias civiles que realizaron la inspección ocular en la escena del crimen, el salón de una vivienda ubicada en la calle Jacinto Benavente de El Campello, adonde Zambrana se había mudado unos meses antes para estar cerca de sus hermanos.

El jurado popular emitirá mañana un veredicto en el deberá decidir si el procesado, que sí reconoce la agresión, actuó en defensa propia, como sostiene su abogada, o bien atacó con alevosía a la víctima, con quien mantenía una relación afectiva desde diciembre anterior, como arguyen la fiscalía y las acusaciones.

El fiscal del caso, que solicita para el acusado una pena de 18 años de prisión, ha mantenido hoy su calificación jurídica de asesinato -al igual que han hecho la Abogacía de la Generalitat y la acusación particular-, aunque ha elevado a categoría de delito la falta de hurto que inicialmente atribuía al procesado por llevarse supuestamente un ordenador y un móvil de la fallecida.