La vecina de Bullas a la que, según la acusación del fiscal, su marido roció con gasolina con la intención de prenderle fuego se ha acogido a su derecho a no declarar contra él durante el juicio que ha quedado visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Murcia.

En la primera sesión de la vista oral, el procesado, J.G.M., negó los hechos y solo respondió a las preguntas de la defensa, mientras que un hijo del matrimonio, que declaró como testigo, contestó a varias de las cuestiones que le fueron planteadas, pero sin acusar a su padre.

Cuando llegó el momento de declarar como testigo, la mujer del acusado dijo a la sala que se acogía a su derecho a no declarar, según han indicado a Efe fuentes judiciales.

El ministerio público ha mantenido sus solicitudes de condena iniciales, que se elevan a ocho años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa y nueve meses por un delito de quebrantamiento de condena, ya que el denunciado tenía prohibido acercarse a su esposa.

Según la acusación estatal, los hechos ocurrieron hace ahora poco más de un año en el que había sido domicilio familiar, ubicado en Bullas, cuando el acusado, presuntamente, acudió al mismo con el pretexto de ver a los hijos.

La mujer le aconsejó que se marchara de allí, ya que sobre él pesaba una orden de alejamiento, pero, antes de cumplir el consejo, siempre según el fiscal, accedió a la cochera del inmueble y cogió una botella con gasolina, que vertió sobre ella.

La intención, ha afirmado el representante del ministerio público, era la de prenderle fuego, lo que finalmente no consiguió «al hacer el mechero solo un chispazo».