La Guardia Civil ha desmantelado en la localidad de Molina de Segura el invernadero clandestino de marihuana más sofisticado encontrado hasta el momento en Europa, ejecutado, al parecer, por expertos agrarios y tecnológicos, cuyo valor rondaría el millón de euros.

En el marco de la operación 'Santo Job', además del desmantelamiento de este invernadero, han sido detenidas ocho personas, integrantes de una organización criminal dedicada presuntamente al cultivo intensivo y exportación de marihuana a Holanda, según fuentes de la Guardia Civil.

Entre los detenidos se encuentran los dos cabecillas de la banda, empresarios de alto poder adquisitivo, que, presuntamente, habían montado un macroinvernadero en una nave industrial en la localidad murciana, en el que los agentes han localizado 6.000 plantas de cannabis sátiva.

La investigación se inició cuando las fuerzas de seguridad fueron alertadas de serias anomalías en las líneas de suministro eléctrico de distintas empresas del polígono industrial de Molina de Segura, alguna de las cuales llegó a incendiarse por supuesta manipulación fraudulenta, han explicado las fuentes.

Durante la investigación de esta anomalías, la Guardia Civil localizó una nave industrial de grandes dimensiones, en apariencia sin actividad, donde se constató que, si bien no contaban con contratos de suministro de luz y agua, se habían realizado entronques fraudulentos a la red general.

Los investigadores averiguaron que los propietarios del almacén lo habían alquilado, meses atrás, a ciudadanos extranjeros para el desarrollo de una supuesta empresa dedicada a aislamientos térmicos, pero cuando entraron a registrarla descubrieron que todo el recinto había sido hermetizado, aislado y ventilado a modo de invernadero intensivo de cannabis sátiva.

El almacén contaba con sofisticados sistemas de refrigeración, iluminación y riego para el crecimiento rápido y eficaz de las plantas mediante su cultivo hidropónico -método utilizado para el cultivo de plantas en disoluciones minerales en vez de suelo agrícola-, además de con transformadores eléctricos y el aislamiento preciso para que tales labores pasaran desapercibidas, han explicado.

A los ocho detenidos -siete holandeses, de entre 27 y 43 años, y un islandés de 58 años- se les atribuye la presunta autoría de los delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal.

Según las fuentes, la organización criminal desmantelada contaba con una alta inversión económica, cuyos principales cabecillas habían dispuesto la logística necesaria para cultivar, masivamente, plantas de cannabis sátiva que después transportaban por carretera hasta Holanda, encubierto tras una supuesta exportación de productos conserveros, cuya producción rondaría las 10 toneladas de cogollos de marihuana mensual.