Agentes de la Guardia Civil han desmantelado una granja clandestina en Fuente Alamo con 54 cabezas de ganado ovino y caprino con crotales falsificados, cuyo autor ha sido detenido, así como las tres personas que robaron en una granja de Cieza, informó hoy este cuerpo.

La operación "Pulga" ha culminado con la detención de cuatros personas, tres de ellas por delito de robo con fuerza en la granja de Cieza, y una cuarta por delitos de receptación al adquirir efectos sustraídos, contra la salud pública al comercializar de forma ilícita productos alimenticios, y falsificación de documento público por la modificación de los crotales identificativos.

Los arrestados, todos ellos españoles, de entre 29 y 69 años, vecinos de Murcia, Fuente Alamo y Abarán, y con antecedentes policiales, junto con los efectos incautados y las diligencias instruidas, han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes.

La operación se inició la semana pasada tras cometerse un robo con fuerza en una granja de Cieza, en la que sus autores habían accedido durante la noche y empleando la fuerza, para sustraer, finalmente, doce corderos.

Paralelamente, efectivos de Policía Local de Fuente Alamo detectaron en las inmediaciones de la localidad una furgoneta cargada con corderos que les generó sospechas, por lo que alertaron a la Guardia Civil.

Las pesquisas practicadas en el inmueble que sufrió el robo, así como la información aportada por la Policía Local, permitieron constatar que los animales inmovilizados procedían de la granja de Cieza, por lo que se detuvo a las tres personas sorprendidas con los corderos, y éstos últimos fueron devueltos a su legítimo propietario.

Además, los investigadores detectaron que, al parecer, el robo tenía relación con una nave industrial del término municipal de Fuente Alamo donde, supuestamente, se pretendían almacenar los animales sustraídos.

En colaboración con personal veterinario de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Fuente Alamo, los agentes llevaron a cabo una inspección en la granja clandestina, que no estaba inscrita en el Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA), y dentro había 54 cabezas de ganado ovino y caprino que tenían los crotales identificativos modificados ilícitamente.

De la investigación se desprende que el propietario de la explotación ganadera ilegal comercializaba los animales sin ningún tipo de control veterinario ni de higiene, por lo que los 54 animales han sido inmovilizados.