Caravaca abrió oficialmente su calendario festero con la celebración de la tradicional Romería que anualmente organiza el Bando de los Caballos del Vino.
En el despertar del día autoridades y miembros del Bando, encabezados por el alcalde de la ciudad, José Moreno recogían al recién nombrado Caballista del Año, Juan José Marín, 'Román', y a las Amazonas Mayor e Infantil del Bando de los Caballos del Vino, Ana Gallardo y Alba Moreno respectivamente, que se vestían con el tradicional traje de corto, para representar, en su segundo año, al Bando de los Caballos del Vino, ambas mostraron su satisfacción y orgullo por ser las representantes del bando más numeroso de los tres que forman las fiestas de Caravaca.
Seguidamente el cortejo se trasladaba hasta la Iglesia Mayor de El Salvador donde la comitiva realizó la primera estación; posteriormente los romeros fueron bendecidos en la Ermita de Santa Elena, ubicada en el mítico barrio del Hoyo, lugar muy arraigado a la historia de los Caballos, en esta ocasión más de 4000 festeros, 100 jinetes y amazonas y una treintena de carruajes, formaron la comitiva oficial hasta las Fuentes del Marqués, donde tras el almuerzo de hermandad, se celebró la misa de campaña presidida por el Capellán Emérito de la Basílica-Santuario, Pedro Ballester, quien recordó en su homilía la importancia de la fraternidad entre los hermanos caballistas. También tuvo palabras de recuerdo para todos aquellos festeros celestes que partieron hacía la "Caravaca eterna".
Finalizada la celebración las Amazonas visitaron a todas las peñas que estaban acampadas a lo largo del paraj. Una vez finalizados todos los actos protocolarios el bando ofreció un arroz popular para más de 300 comensales, y por la tarde continuó la fiesta.
El Festejo de los Caballos del Vino opta a conseguir ser incluido en la lista de Bienes de Interés Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, en estos momentos el proyecto se encuentra en su fase final, y tras ser candidato oficial, está a la espera del último veredicto.
En esta edición la Romería se alargó durante tres días, creando un gran ambiente festivo durante la tarde de viernes y la jornada del sábado en la explanada de El Salvador.
