El municipio de Abanilla cuenta desde ayer con dos nuevos espacios que permitirán recuperar los valores históricos del río Chícamo y sus tradiciones. La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, acompañó a miembros de la Comunidad de Regantes de la Huerta de Abajo y Sahués de Abanilla en la puesta en marcha de estos dos nuevos espacios, cuya recuperación ha supuesto una inversión total de 194.545 euros.

La consejera apuntó que «ambos proyectos, financiados con fondos Feader, van a permitir a la Comunidad de Regantes de la zona recuperar el destacado patrimonio histórico, natural y cultural del río Chícamo», según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

Martínez-Cachá subrayó asimismo que «con la rehabilitación de estos espacios seguimos dando importantes pasos en materia de desarrollo sostenible. También damos a los jóvenes las herramientas necesarias para que puedan seguir cultivando la huerta de Abanilla y se potencia el turismo rural y natural de la zona».

El Centro de Formación y Acogida permitirá a escolares, docentes y científicos disponer de un espacio donde formar y analizar la cultura del agua y el medio ambiente. Este proyecto servirá también para poner en valor el edificio de la casa del molinero, anexa al molino del Chícamo, y recuperar un lugar de interés turístico para el municipio y sus pedanías. La inversión permitirá, además, dar a conocer y sensibilizar a la población de los parajes de alto valor natural del territorio, así como dinamizar el turismo de la zona.

La casa del molinero se construyó en el año 1844 por la Comunidad de Regantes de la Huerta de Abajo y Sahués, y dejó de funcionar durante los años 60. El proyecto ha incluido la reedificación de la obra, respetando las trazas originales mediante un sistema estructural de hormigón armado y muros de carga de mampostería ordinaria, con cubierta inclinada de vigas de madera y tejado de teja curva. Se ha llevado a cabo el revestimiento de los muros interiores mediante yesos y los exteriores mediante morteros tradicionales de cal apagada.

El proyecto ha incluido, además, la instalación de elementos de carpintería de madera tanto en el interior como en el exterior. Se ha dotado a la edificación de las instalaciones de fontanería y electricidad necesarias para el desarrollo habitual de la actividad propuesta, y se ha acondicionado los accesos a la edificación en un entorno próximo. La casa del molinero se encuentra en el margen derecho del río Chícamo, junto a la pedanía de Macisvenda, a unos diez kilómetros del centro urbano de Abanilla. La inversión total de este proyecto ha sido de 100.000 euros, de los cuales 75.000 corresponden a fondos Feader.

Aprovechamiento hidráulico

La puesta en marcha del Centro de Interpretación de aprovechamiento hidráulico histórico del río Chícamo permitirá conservar y mejorar el patrimonio natural de la zona y poner en valor y dar un uso museístico al edificio. Asimismo, también servirá para recuperar un lugar de interés turístico para el municipio de Abanilla y sus pedanías.

El centro de interpretación está ubicado en el antiguo molino que, al igual que la casa del molinero, también fue construido en el año 1844. Del mismo modo, dejó de funcionar en la década de los 60. La edificación del molino tiene una planta de altura y está adosada al canal de entrada de agua y al cuerpo del acueducto que alberga el doble cubo, parte fundamental del conjunto.

Las actuaciones realizadas se han centrado en la reedificación de las antiguas estructuras, respetando las trazas originales, así como en la dotación de las instalaciones necesarias para el desarrollo de las actividades. Del mismo modo se han llevado a cabo trabajos de fontanería y electricidad, y el acondicionamiento de los accesos. La inversión total del Centro de Interpretación es de 94.545 euros, de los que 70.909 proceden del fondo Feader.