Cientos de personas, entre vecinos de Abanilla y pedanías cercanas así como de pueblos limítrofes acudieron ayer al funeral por la joven fallecida en el atropello. El cuerpo de la joven, Ana R. M., de 17 años, fue velado en el Tanatorio Gonzalo Blasco de Abanilla y salió de allí poco antes de las cinco y media hacia la parroquia de San José, donde se ofició el funeral. Numeroso público abarrotaba el interior de la iglesia, así como los alrededores, en su afán por acompañar a la familia de la joven, sobre todo a la madre (el padre falleció hace años), de la que era su única hija.

Amigos de la víctima soltaron 150 globos con dedicatorias a la joven, en un emotivo momento que provocó aplausos y llantos entre los presentes. Acompañaban el féretro numerosas coronas, entre ellas una de la comisión de fiestas de Mahoya y otra de sus compañeros de instituto.

Tras decretar el Ayuntamiento dos días de luto oficial por el siniestro, al que se sumó la Hermandad de la Santa Cruz de Abanilla, la romería de la Santa Cruz de Abanilla a Mahoya quedó ayer en procesión, sin banda de música, y los arcaburceros no dispararon ni en el lugar del accidente ni en las cercanías de la casa de la fallecida, como también ocurrirá en la romería prevista para hoy.

Asimismo, durante la procesión se guardó un minuto de silencio en el punto donde tuvo lugar el fatídico siniestro y tanto el alcalde como el presidente de la Hermandad de la Santa Cruz depositaron rosas y velas en el mismo lugar.