Los alumnos del colegio de educación infantil y primaria de la pedanía lorquina de La Campana seguían ayer sin entrar a clase cuatro días después del inicio del curso, en protesta por el traslado de 17 de ellos al colegio de la diputación de Almendricos, situado a siete kilómetros, por falta de espacio.

Sandra Serrano, la presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos (Ampa) del colegio de La Campana ha señalado que los progenitores mantienen la protesta, «que llegará hasta el final», tal y como anunciaron la semana pasada cuando decidieron no llevar a sus hijos al colegio. Los padres, según ha indicado, mantendrán esta postura de fuerza hasta que la consejería de Educación garantice que los 17 alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria seguirán escolarizados en el centro, donde la falta de aulas por un aumento en la matriculación infantil en infantil ha motivado su adscripción del colegio de la pedanía vecina.

Serrano insiste en que la Consejería «estaba advertida de que esto iba a ocurrir desde 2011», cuando la comunidad escolar comenzó a prever que el colegio se quedaba pequeño por el aumento de población, y le reprocha que no haya hecho nada para ampliar el centro.