El director general de Salud Pública y Adicciones, Manuel Molina Boix, ha acudido este miércoles a las dependencias de la empresa Halcón Foods en Campos del Río para supervisar el inicio de los trabajos de limpieza, tras constatar el mal estado de la mercancía almacenada en estas instalaciones y reunir los permisos pertinentes, una vez que los técnicos del Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis determinaron inmovilizar y decomisar la mercancía.

Este mismo miércoles han comenzado los trabajos de limpieza a través de una encomienda de gestión a la empresa Tragsa, especializada en este tipo de trabajos, para llevar a cabo el decomiso y destrucción de la mercancía.

El responsable de Salud Pública ha especificado que "las tareas de limpieza pueden durar varias semanas, ya que hay que retirar unas 2.000 toneladas de mercancía en mal estado, y en unas condiciones con importantes dificultades técnicas", y ha añadido que "unas 20 personas, con equipos de hasta cinco camiones, van a participar en las tareas de limpieza".

Para Molina, se trata de "un trabajo muy complejo, pero que era necesario empezar cuanto antes, ya que el riesgo para la Salud Pública es evidente si no se actuaba, como se ha hecho, gracias al trabajo de todas las partes implicadas", y ha agradecido "el esfuerzo de estos últimos días para alcanzar una solución rápida a esta situación".

El paso del tiempo y las altas temperaturas a las que los botes han estado expuestos han hecho que algunos de ellos reventaran y su contenido se descompusiera generando mal olor y la proliferación de insectos que han afectado a los vecinos de las inmediaciones de la fábrica ya que, a pesar de que se han realizado varias desinsecciones desde el mes de mayo, las molestias no han cesado.

Vecinos a los que este miércoles se recomendaba que mantuvieran las ventanas cerradas durante los próximos días debido al movimiento de material que se está realizando en el interior de la conservera.

Estos mismos vecinos, algunos de ellos antiguos trabajadores de la empresa, recibían la noticia de la retirada de los botes con agrado pero con la desilusión de que finalmente parte de su trabajo, que todavía se les adeuda, vaya a ser destruido, mientras destacaban que una buena gestión de los responsables de Halcón hubiera llevado a la venta de los botes almacenados que hubiera saldado parte de esa deuda que les mantienen.

Además, se mostraban molestos por el hecho de que sea personal de fuera de Campos del Río y ajeno a Halcón quienes se encargarán de los trabajos de retirada de los botes y la limpieza de las instalaciones.

La alcaldesa de Campos del Río, María José Pérez, que lleva varios meses unida a vecinos y extrabajadores en los diversos frentes en los que se están viendo afectados por la empresa, afirmaba ayer que desde primera hora había estado pendiente de los trabajos que se estaban desarrollando en las instalaciones y había solicitado que técnicos municipales pudieran también supervisar los mismos debido a la importancia y el interés de que la producción almacenada deje de causar molestias a los vecinos.