La Cruz de Caravaca que portó Santa Teresa durante parte de su vida y que fue hallada en su lecho de muerte permanece desde el pasado viernes expuesta en la Real Basílica de la Santísima y Vera Cruz. Junto a la citada reliquia teresiana, también se expone la carta manuscrita y autógrafa de la primera doctora de la Iglesia, documento datado de 1575, que es propiedad del Archivo Municipal del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz.

El alcalde de Caravaca de la Cruz, José Moreno; la hermana mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Elisa Giménez-Girón; y el prior de la comunidad de Carmelitas Descalzos de Caravaca, el padre el padre Pascual Gil, firmaron los documentos de cesión en los que se establecen los compromisos de custodia y salvaguarda estas valiosas piezas durante el tiempo que permanezcan en la Ciudad Santa del Noroeste.

La réplica en madera de la Cruz de Caravaca de Santa Teresa ha estado custodiada en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas de Bruselas desde su muerte. A petición de la Real e Ilustre Cofradía de la Vera Cruz, el padre Pascual Gil, solicitó que la reliquia teresiana regresara temporalmente a la ciudad murciana, de donde partió hace casi cinco siglos. Tras su llegada a Caravaca de la Cruz, durante dos semanas se ha venerado en el convento de los Padres Carmelitas y ahora permanecerá expuesta en la Real Basílica de la Vera Cruz hasta el próximo mes de octubre, para que todos lo que quieran puedan contemplarla.

Esta iniciativa forma parte de la conmemoración del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús y la puesta en marcha de la ruta turística y cultural Huellas de Teresa, de la que forma parte Caravaca de la Cruz, junto a otras dieciséis ciudades españolas.