Lorca convocó el pasado mes de mayo una oposición para entrar al cuerpo de funcionarios de auxiliar administrativo. Casi doscientas personas se presentaron con la ilusión de optar a algún puesto en el Ayuntamiento. Tras el examen, todos aquellos con un mínimo de 5 puntos podían pasar a un segundo ejercicio. Alrededor de 60 personas cumplieron los requisitos, entre ellos José Carlos, que se había preparado para lograr una plaza de las ofertadas.

En ese segundo examen, tanto José Carlos como otros opositores advirtieron que algo raro ocurría:

«Me doy cuenta que en mi aula un par de personas empezaron antes, abrieron el Microsoft Word, y empiezan a hacer cosas. En ese momento pensé, se ve que se puede hacer cosas ya, estarán trasteando para ensayar, yo qué sé», cuenta el joven murciano, que ha impuesto incluso un recurso para impugnar la prueba. «Una de esas personas hizo una cosa que me llamó la atención: hizo una tabla y unas tabulaciones que luego aparecieron en el examen» asevera el opositor, que vivió esos momentos con una desagradable sorpresa.

José Carlos mantiene que otra compañera le confesó que en su clase una chica dijo que había visto el mismo examen en Internet. «La gente se quedó muerta», confiesa indignado.

Muchos de estos opositores están estudiando en academias donde les han dicho que el propio tribunal debe realizar un ejercicio nuevo porque que el test que tuvieron que responder en las oposiciones estuviera publicado en Internet rompe la igualdad de condiciones de los opositores. «Quién me dice a mí que alguien no lo haya visto antes o incluso se lo hayan chivado. Es más, hubo más irregularidades, pero nos hemos ceñido a la más grave en el recurso. Los ordenadores estaban online durante la prueba, no todos empezamos a la vez, los exámenes tampoco iban sellados..., fue un desastre».

Otra de las quejas es que acabado el examen, alguno se quedará ultimando el ejercicio práctico cinco minutos más.

Hasta el momento, alrededor de siete personas han elaborado un recurso para impugnar el ejercicio del pasado junio. Con este, se pretende lograr la anulación de la prueba de ofimática y propiciar su repetición, por entender que no se han respetado los principios de igualdad, mérito, capacidad, y competencia.